martes, 12 de mayo de 2009

Parece que falta algo en mi vida...buscando la verdadera satisfacción

La Verdadera satisfacción interior es lo mas importante de la vida y ella resulta de disfrutar la vida gracias a la continua presencia de Dios en nosotros.

Una vez leí estas palabras del salmista David, quien resumió así el único requisito que él consideró imprescindible para su vida: " Una cosa he demandado a Jehová, ésta buscaré;
Que esté yo en la casa de Jehová todos los días de mi vida, Para contemplar la hermosura de Jehová, y para inquirir en su templo" (Salmo 27.4).

David había tenido muchas oportunidades de disfrutar de sus propios méritos y sentirse interiormente satisfecho, investido del poder de Dios había matado un león y un oso con sus propias manos, y luego a un imponente gigante, armado únicamente con una honda y cinco piedras lisas. David obtuvo fama y riqueza y la gente pudo haber creído que ese era el sustento de su satisfacción interior.

La búsqueda incesante de Dios por David, incluso después de experimentar su presencia a través de muchos acontecimientos extraordinarios en su vida, me hizo confiar en que quedaba muchos mas de Dios por conocer que lo que conocía hasta entonces. Después de todo David sintió la necesidad de conocer a Dios mas íntimamente. Creo que necesitamos anhelar continuamente una comunión intima con Dios si queremos experimentar un gozo interno duradero.

Enfatizo la palabra buscar dentro del salmo 27.4 ("una cosa he demandado de Jehová y esta buscaré; que este yo en la casa de Jehová todos los días de mi vida"), porque esa palabra aparece muchas veces en la Biblia, pero quizás muchas personas no entiendan completamente lo que significa. Buscar es desear y requerir, o sea, ansiar, anhelar, perseguir e ir tras algo con todo tu ser.

Muchas personas quieren la dirección de Dios pero no lo anhelan ni lo persiguen, ni dejan de lado lo demás para escuchar una palabra de Él. Más David dejaba todas las cosas que quería de la vida a cambio de una sola: Mas de Dios todos los días de su vida.

Si lo desea, usted puede meditar en algún momento al que considera más satisfactorio de su vida con Dios. Pero si ese momento sucedió años atrás, o incluso ayer, entonces esta perdiendo el placer que proviene de la comunión con diaria con el Padre, por medio del Espíritu Santo. El Señor dice: "Yo amo a los que me aman, y me hallan los que temprano me buscan" (Pr. 8.17) "Y me buscareis y me hallareis porque me buscareis de todo vuestro corazón" (Jer 29.13).

No importa lo que poseamos, a donde vayamos o lo que hagamos, nada puede darnos verdadera gratificación sino la presencia de Dios. Dinero, viajes, vacaciones, casas y mobiliario, vestimentas, puertas abiertas de oportunidades, matrimonio, hijos y muchas otras bendiciones, son, ciertamente todas cosas que nos excitan y nos dan cierto grado de felicidad por algún tiempo. Pero la felicidad se basa en lo que sucede en el momento, mientras que el gozo se fundamenta en una seguridad interna, independientes de las circunstancias externas.

La palabra griega que se traduce gozo [alegría] en el Nuevo Testamento significa "deleite calmo". No necesariamente regocijo bullicioso -aunque puede incluirlo-, sino una maravillosa calma y deleite. Creo que no hay nada mejor que sentirse satisfecho, que al despertar por la mañana pensemos: "Que buena es la vida, alabado sea Dios, estoy satisfecho"y luego al irnos a la cama sigamos estando satisfechos: "Esa es la vida abundante llena del Espíritu.

Nunca podremos estar permanente y consistentemente satisfechos si buscamos llenar ese vacío que hay dentro de nosotros con cosas para hacer o poseer, en lugar de buscar la satisfacción interior que solo viene de pasar tiempo con Dios, estoy haciendo énfasis en este punto porque creo que hay muchos creyentes infelices, nacidos de nuevo y aun llamados "llenos del Espíritu", que no hallan que hacer con sus vidas secas e insatisfechas. Digo "llamados"porque ser llenos es mantenerse llenos del Espíritu de Dios, reconociéndolo en todos sus caminos y buscando de Él diariamente.

Continuara....

Tomado del Libro "Conozca a Dios íntimamente" de Joyce Meyer, editorial "Casa Creación".

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